jueves, septiembre 06, 2007

Paradigmas Veraniegos

Adíos verano, hola verano. Cada año es lo mismo, y sin embargo cada año nos quejamos cuando hace calor y también cuando está nublado. Es ley de vida.
Ya estamos en septiembre y otro año más sin pisar la playa. Otro verano anodino como de costumbre. Este verano ha sido menos verano que nunca. Ni me he comido un Dracula ni he visto programas trash de la tele. Solo trabajo, cuatro días (estupendos) de asueto vacacional y más trabajo. Trabajo en la oficina y trabajo cuando estoy en casa. Hasta cuando disfruto de tiempo de ocio sigo trabajando. Cosas de aquello de no delimitar el ocio de aquello con lo que te ganas el pan. Y ojo, que no es queja. Quizá esperaba que sucediera algo inusual o yo que se. Recuerdo veranos de esos que no se olvidan. Siempre nos quedará París (Hilton).
Al menos, aún no es tarde. Estamos en Septiembre y hace calor. Todavía puedo comerme un Dracula y ver alguna chorrada estival antes de que la quiten. Sí, aún queda esperanza.
Nada, que vuelvo a actualizar esto tras una semana brain-dead. Me voy a ver una de Jacques Tatí y mañana pongo algo de risa, a ver que tal.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que por cierto, el Dracula ha subido alarmantemente de precio. Habra que pedirlo de protección oficial o algo.

11:28 a. m.  
Blogger Lady Speiner said...

El verano es siempre un asco. Yo lo odio y es imposible que pase nada especial porque la gente está con el cerebro hirviendo, y ya bastante tiene cada uno con aguantar la temperatura ambiente sin morir asfixiado de asco.

Nada Mr. D. Que ya verá como el otoño se presenta mucho más bonito.

4:02 p. m.  
Blogger lenoreanabel said...

Ais, ya se le echaba de menos por estos lares. Los buenos momentos se viven cuando uno no se los espera en verano, invierno, primavera, otoño, es igual la estación. Lo único que me gusta especialmente del verano es que puedo ir al mar que me encanta y bañarme. Hace calor si, pero este año el calor ha sido muy benigno, probablemente tengamos un invierno poco frío con lo que me gusta a mi el frío polar!!!. Trabajar en agosto es genial porque estás más tranquilo y encima luego te puedes pillar las vacaciones en otras épocas menos calurosas y agobiantes como hago yo. Ya estoy deseando que llegue noviembre y largarme a croacia o cualquier otro destino europeo. jejeje. A mi los dráculas no me gustaban pero helados de turrón me he comido tantos que creo que voy a explotar. jajajajaja. petons.

5:41 p. m.  
Blogger Mr. D said...

Cuantas verdades juntas, pardiéz.

Chocante la noticia de la subida de precio de los Drácula, inversamente proporcional al cambio de tamaño...

Yo creo que este noviembre me voy a las Italias de nuevo, que me lo pide el cuerpo...

Croacia tiene que estar bien, pero a mi me da un po di paura aquella zona...

Nada, que espero a ver como se porta el Sr. Otoño...

1:00 a. m.  

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