El Club de los Poetas Solteros

Esto de no tener pareja tiene sus ventajas. Que quieres verte una de John Liu con coleta dando puntapies a los manchues, pues la ves. Y si te quieres ver una maratón de la saga Sodomanía a camara lenta, pues te la ves tambien. No tienes que lidiar con los gustos de nadie a la hora de disfrutar del ocio audiovisual (esa musica no la pongas que no me gusta, esa pelicula no, que Bud Spencer me cae gordo...), no tienes que cuidar tu alimentación (bocadillo de mortadela con kepchup y tabasco!), y puedes llegar a casa a las tantas de la noche (con melopea o sin ella) sin necesidad de justificarte ni soplar el alcoholimetro.
Tambien tiene sus desventajas, para que nos vamos a engañar, que eso de dormir agarrado a una teta es algo que siempre se echa de menos, pero se intenta suplir dedicando tus ratos muertos al onanismo compulsivo y a cultivar el sindrome de Diogenes.

Yo ya conozco a mas de uno que le está entrando la pajara del solteruno, que si me voy a quedar para vestir santos o si jamas de los jamases voy a encontrar pareja porque soy un gaznapiro y un berzotas. Calmense, mis cuates!

En lo que a mi respecta, los ultimos intentos (varios) de algunos Celestinos Mandri de llevarme a la senda del buen amor han quedado mas que frustrados. Buenas chicas todas, pero como decía Bunbury, carecian de la chispa adecuada. O es que yo no estoy por la labor, y ni aunque me venga la Verbeke con furor uterino me voy a entregar a los placeres de la carne. Nah, olvidad esto último...

Resumiendo, que soy como el Gato del Hortelano, que ni busco ni encuentro, pero sigo creyendo que, en algun lugar de la galaxia, existe una media naranja capaz de compartir los momentos mas estupidos de mi existencia y, encima, de voluntad propia. Ya les ire contando si hay novedad en el frente.