sábado, febrero 24, 2007

Vuelve la Tijera

Yo ya tengo la mosca detras de la oreja. Que en pleno gobierno socialista se esten danto tanto caso de censuras, quejas y demás atentados contra la libertad de expresión es algo bastante inaudito. Vamos, que era para esperarlo mas en la epoca del bigotes, que durante el paraiso de los italianos.
Que si se quejan de que en Aida la protagonista se acuesta con un cura y se meten con los enanos (que los gangosos hagan una demanda vitalicia contra Arevalo, por tantos años de ultraje despiadadado), que si Jose Maria Garcia ha insultado a nosquien y se le censura la entrevista (como si los Matamoros no insultasen cada vez que asoman el hocico en la pantalla), que si...
A mi lo que mas me toca la moral es este ataque de las feministas tocapelotas que ven malos tratos, misoginia, violadores y machismo hasta en la carta de ajuste. Lo ultimo, el anuncio de Dolce y Gabanna, con todos esos italianos con pinta de Gunther y una señorita por los suelos que parece que vaya a hacer el pino puente. Nada, una verguenza y un escarnio. Que lo retiren, por el amor de diox, que se nos corta la regla. No, mejor aun, que cuelguen a los creativos de la agencia, por malas personas y presuntos maltratadores.

Todo esto me calienta y me indigna. La ficción es ficción. La peliculas de terror no convierten en psicopatas a quienes las ven, los que miran Aida no participan en las olimpiadas de lanzamiento de enano y ni las campañas fashion convierten en psicopatas a quienes las observan. Está visto que vamos para atrás, como los cangrejos.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Llámeme usted feminista si quiere, pero discrepo en lo del anuncio de Dolcheygabana.
Quicir, yo lo encuentro degradante. Igual que me parecería mal un anuncio en el que saliera un negro recogiendo algodón mientras unos blancos se lo miran (por muy lustrosos que estuvieran todos y muy artística que fuera la foto). Me refiero a que lo de ser de derechas o de izquierda es algo adquirido y no inherente al ser humano. Igual que ser católico o no serlo, por eso creo que no deben censurarse los comentarios políticos o religiosos (por ejemplo, me parece perfecto lo que hace Leo Bassi). Pero el ser mujer, el ser negro o el ser enano, es algo que no puedes cambiar y que configura al individuo. Nadie tiene derecho a mofarse de esa condición ni, mucho menos, humillar a la persona que es así.
Lo que yo entiendo en el anuncio es que los hombre pueden forzar a una mujer cuando quieran con total impunidad. ¿Me parecería mal si fuera al contrario? Pues sí, porque pese a todo creo en la igualdad y me molestan los anuncios que dan una visión estereotipada de los sexos.
Resumiendo: no a la censura de Aída y de la entrevista de García. Sí a la retirada del anuncio de Dolcheygabana.

10:54 p. m.  
Blogger Mr. D said...

Lo de los enanos en Aida...puede ser burla, puede ser humillante, pero es un contenido dentro de una ficción. Lo mismo si se metieran con negros o retrasados(como Torrente) o con judios (como hace Borat). Todo lo que sea prohibir es malo, porque está en la responsabilidad del espectador el distinguir la realidad de la ficción. Si no es capaz de establecer esa diferencia no debería ver absolutamente nada, o se pensará que los conejos hablan y que de las piscinas salen robots gigantes.

Obviamente, la burla real (no la interpretada por un personaje) no es tolerable en ningun caso.

Y continúo con el anuncio (que bien me lo paso debatiendo). Creo que la publicidad es una forma más de ficción. No refleja la realidad, la manipula en torno a una estetica determinada que haga atractivo el producto que ofrece. Dicho esto, sería estupido pensar que los publicistas pretendan ofrecer las colonias y ropa que promocionan a "maltratadores" y "vejadores". O a gente que disfruta con ello. En ese anuncio, personalmente, no veo ninguna humillacion ni machismo. Veo a una señora por los suelos que es agarrada por otro señor con aspecto de homosexual. Supongo que esto debe ser como mis cortos, que cada cual entiende lo que quiere. Para mi, y sigo en mis 13, la publicidad no ha de reflejar ni la realidad ni ofender a nadie, y este anuncio ni hace lo uno ni lo otro. (Otra cosa sería si saliera un señor con un puño americano estomacando a una señorita para que le lavara los calcetines...)

No a la censura!

11:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo solo prohibiría el anuncio de Mimosín, eso sí que es censurable. Que rabia da el peluche ese que ahora, por más INRI, lo hacen en 3-D, a lo MONSTRUOS S.A. Censura a los anuncios de Mimosin ya! Y de paso a los putos payasos de MICOLOR (y no tengo nada en contra de los payasos en general, me encanta Tortell Poltrona), y el de FAIRY de los Vill-arriba y Villa-abajo. Que limpien sus sartenes con el culo, leñe. Bueno, de los anuncios ultra-modernitos de coches de lujo ya hablaremos otro día. ¿Os gusta conducir? Pués ala, a Udine!

9:24 a. m.  

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