Alirón, alirón, el Barça campeón!

No cuela, ¿verdad?
Ya, es evidente que nunca he sido un futbolero. A quien voy a engañar. De lo mas que me acuerdo es de la alineacion del Barça de Cruyff (Guardiola, Abelardo, Vitor Baia y Romerito), algo que debo a aquellos programas caspoides del Arus con el hermano del Guerra, el Cordobes, el Camilo Sesto y el Carlos Jesus. Bendito seas en el nombre de Yahvé. Ya ves tú.

Al Nou Camp he ido dos veces en mi vida, y las dos de cariz diferente. En la primera, acompañado de Karma, acomodé mis posaderas en la fila superior del coliseo. Aquello daba mas vertigo que el Dragon Khan y hacía mas frio que en un paseo en calzoncillos por Siberia. Aun asi, y a que parecia un partido de futbol entre los protagonistas de Antz la cosa fue una experiencia mistica, una comunion entre el asistente y lo que alli se montaba.

Cuando acudí, hara unas semanas, con el amiguete Quim, ya estaba curado de espantos, pero aun asi, sentarnos en tribuna al lado del Montilla (cabron, saluda a la aficion) no tenia precio. Que cerca estabamos, recorcholis! Se podian contar los pelos del sobaco de Ronaldinho. Incluso, se podian contar las neuronas futbolisticas del rubio ese que imita a Koeman, mas malo que una serie de Escribá de las que ya no se hacen. Yo conté 2. Y repetidas, creo.

Que buenos estaban los grefusitos esos que Quim sabe! Que ritual gastronomico! Y que buena estaba la pitanza del Ginza que nos metimos entre pecho y espalda al terminar el encuentro. Sin Sapporo, de nuevo.

Pongo estas fotos (tres) como homenaje a aquel dia patrocinado por el señor hermano de Quim y en el que vibramos con una victoria barcelonista merecida y sensacional.