martes, octubre 24, 2006

Arrivederci, Roma (de momento)

Aun no he documentado mis aventuras en el pasado festival de Sitges, cuando se agolpa en mi mente lo acontecido durante mi fugaz estancia en Roma.

Hay que decir que mi intencion era visitar el festival, pero esto de que proyectaran las peliculas mas importantes en los cines de la provincia como que hizo imposible su visionado. Al menos, una de las que queria ver la proyectaban en el centro (La Sconosciuta, de Tornatore) y tras pagar los 7 euros y medio de la entrada pude disfrutar de ella (y digo disfrutar porque la pelicula es buenisima) pese a que el cine tenia que haber sido clausurado hace años. Y la gente se quejaba del Maldà. Madre mia.

En la sede del festi todo era Beverly Hills. Trajes largos, caras largas, tragos largos. Todo a lo grande. Desde cualquier punto de la ciudad podian verse los focos tipo Batman que iluminaban el cielo nocturno. Tras apuros y lluvias me acerqué con Karma a la sede central, al auditorio, que estaba donde Moises perdió el garrote.
Almenos nos regalaron un monton de papelotes, una chapa de Radio Montecarlo y una camiseta de la Rai. Habia mucho famosillo por ahi, pero que me aspen si sabia quien era cada uno de ellos.

La verdad es que lo mejor del fin de semana no ha sido lo festivalero. Ni el mal tiempo, ni los tocapelotas de Ryanair y la huelga de maleteros, y ni siquiera que me olvidé el dinero que tenia que llevarme para el viaje pudieron aguarme la fiesta.

Paso a enumerar cosas que he hecho en Roma este pasado fin de semana.
Por veinticinco pesetas, un, dos, tres, responda otra vez:

- Cocinar espaghettis con atun y pimiento junto a un aleman con porro genetico.

- Pasarme una hora charlando en italiano con un indio de Assam sobre el estado de Bollywood y la cultura "indiana".

- Gastarme el poco dinero que tenía en tebeos de Dylan Dog.

- Visitar la tienda de Dario Argento, llamada Profondo Rosso, y aguantar a una señora (suponemos que la mujer de Luigi Cozzi) que estaba empeñada en que comprara la tienda entera.

- Comer en el Pastarito y comprobar que el concepto de lo picante es muy relativo (la Diavola no pica nada en Italia).

- Cantar Alex y Bustamante con Karma mientras Maria nos grababa en video para el Youtube.

- Comprobar que los romanos son los tipos mas ruidosos, chillones y molestos de toda Italia. Y si me apuras, del mundo entero.

- Enterrar al estilo caribeño un hamster que apareció fenecido en el jardin.

- Salvar la vida a una araña.

- Colarme en el metro, autobus y tren (en este ultimo saliendo por patas del revisor que venia hacia nosotros libreta en mano).

- Comprar una botiglia de Fragolino.

- Decir trabalenguas en siciliano (Sasà si susi ai sei. Sù i sei e sei, sà si Sasà si susiu ai sei?), una lengua que segun el aleman es identica al español. A las pruebas me remito.

- Ver el pedazo de casa en la que vive Karma junto a Maria y Sonia, con jardin y todo.

- Y algunas cosas más que omitiré. ;-)

Quim no pudo ir esta vez porque es un workaholico perdido. Pero si Karma se queda más tiempo me lo terminaré llevando p'alla a hacer turismo. Bueno, y si Gloria se quiere venir, tambien está invitada. Y Angel, y Rei y Laura...venga, vamos todos!

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo también estoy invitada? Snif :') qué emoción! Yo quiero ir a Roma!!!
Oye, lo del youtube é vero?

12:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo del youtube es cierto, cierto...
En cuanto esa aberracion esté colgada aviso...o no...

Vamonos a Roma, pero ya!

6:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por cierto, excelente la foto pijamil con karma a lo screamqueen y Domingo..., bueno, Domingo con la cara de siempre, esa cara redonda santiagosegurada. Me imagino a nuestro amigo siendo un abuelo verde y entrañable, con sus nietos Viernes, Sabado y Lunes (a lo tio Gilito, sí) enseñandoles su álbum de fotos y ellos con voz de chica que hace doblaje de niños: "Abuelito, porqué siempre pones la misma cara de gilipollas en las fotos?" y nuestro abuelito "dime tu" con voz entrecortada y gargajosa miraría al vacio, y de pronto la imagen ondularía y veríamos escenas del pasado..., Ay, que ganas tengo de ir a Roma y ver esa torre medio torcida que tienen ahí. De la próxima, palabrito de niño Quesús, no me escapo.
Ala!
(¿es grande?)

8:29 a. m.  
Blogger karma said...

Tendria mucho mas q decir, pero me voy a callar. Rabia la que me das cuando hablas italiano, que pones acento medio pijo medio gilipollas que te daria de ostias. Pero en el fondo, es rabia de envidia. :D
Y nada, que yo tambien me lo pase bien, y no hables mas del aleman que me pongo enferma, menudo jetas el tio. no le abro mas la puerta.un beso

9:42 p. m.  

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