Los cines del Hurón City parecen el hogar del pensionista cuando llega el día del espectador. Yo creo que les da lo mismo que les pongan una de The Rock repartiendo de lo suyo que una de amores sufridos con Sandra Bullock. Hoy toca cine, y hay que disfrutarlo.
En ese clima de público adolescente he ido con el Sr. Angel a ver una que decía que iba a ser buena. El Sr. Quim ya había adelantado que aquello era el Peliculón de Antena 3, un puro telefilme, vamos. Uno de ellos tuvo la razón, y nada más que la razón.
La peli va de uno que era ilusionista (Edward Norton) que se ve que deja la magia y se mete a medico en la jungla china, que se casa con una mas seca que la mojama (Naomi Watts), que es una señorita que en la uno era como rubiasca y muy amiga de un mono gigantesco, que en esta no sale. Se ve que el bicho murío o algo, como que no lo explican bien.
Pues nada, ellos que no se quieren, que si hay un lio de cornamentas, que si sí, que si no. Las cosas de la vida, las cosas del querer. Aquello termina muy malamente.
Mira que yo soy de llorar con las pelis (a moco tendido con La Febbre y Click, y miren que no son La Fuerza del Cariño, precisamente) pero con esta me he quedado más frio que una caja de ColaJet. Por mas que lo intentan, la película es aseptica como el alcohol 90º; cuando llega el prometido desenlace a lo El Paciente Inglés, alli no llora nadie. Un rollo patatero. La música es buena, pero tirando de archivo (el tema que mas suena lo tenía yo oido de un documental sobre Dalí, mucho mejor que este telebodrio).
Mas cosas:
- Mucho Paisaje, pero poca sustancia. No siquiera tiene aspiraciones artísticas. Es plana como Elsa Pataki antes de la operación.
- El amigo del Ilusionista es una mezcla de Peter Lorre y el niño del Tambor de Hojalata. Espeluznante.
- El papel de la madre superiora lo interpreta Takeshi Kitano con pseudonimo. Una interpretación de esas de los pelos como escarpias.
- Sale Anthony Wong, que primero habla en mandarín, y cuando se cansa (en una escena) le sale el cantonés, pese a que hace de chino de la China Roja. No sale mucho, y siempre con cara de palo. Lastima que no sacara una pistola y se cargara al Ilusionista y a la del mono.
- Al final, en los creditos, salen un monton de chinos acreditados con los stunts. Creo que las cabriolas y los volatines quedaron en la sala de montaje, porque aquello tiene menos ritmo que una peli de Kierostami a camara lenta.
Otra vez hago caso a Quim, siempre que no me recomiende El Muelas Fantasma 2.
"Cuando diga tres te desaparece el colera. 1, 2 y 3...zasca!"